martes, 6 de enero de 2009

Un poquito de aguante


Hace una semana , Sandra me contó por mail la lucha que están llevando a cabo los operarios de Villa Constitución. La nota completa, acá


Es urgente dar a conocer la gravísima situación que están atravesando los operarios de la empresa metalmecánica Parana Metal de la ciudad de Villa Constitución al sur de la provincia de Santa Fe.

Hace días la empresa que venía con serios problemas, incumpliendo en el pago a los empleados, entró finalmente en concurso de acreedores y ayer por la mañana, luego de frustradas tratativas entre la patronal y los representantes obreros, los empleados fueron comunicados que la fábrica los suspendía en su totalidad (la planta de contratados , es decir algo así como más de 800 operarios y unos 400 contratados) sin goce de sueldo.
En la tarde de ayer Miércoles 17 las esposas de los obreros se autoconvocaron en asamblea. Los representantes sindicalistas se reunieron Capital Federal para tratar de llegar a un acuerdo en medio del caos imperante, las tratativas arrojaron nulo resultado y se sabe que la quincena que debía pagarse el viernes 19 no se pagará, tampoco así las vacaciones ni el SAC, y que como la fábrica no tiene ningún envío de producción al exterior que hacer, (del que ya hizo, no ha pagado nada a sus trabajadores) recién podrían llegar a pagar algo en el mes de febrero a modo de subsidio por $ 600, cosa que es poco fiable ya que la empresa aún sobrevuela el fantasma de la quiebra, con las obvias consecuencias para los trabajadores.
La situación en esta metalmecánica es gravísima y también lo es en similar medida, en otras del cordón indutrial Rosario, San Lorenzo, empresas automotrices también...


1 comentario:

Luisa Ballentine dijo...

Los trabajadores siempre pagan por todo, cuando la empresa no alega imposibilidad de pagar sueldos, alega imposibilidad de brindar un plan de salud, de organizar turnos decentes, de otorgar bonos por productividad, lo que sea.

La empresa siempre se sitúa a sí misma en una situación precaria en la que el trabajador debe dar gracias por contar con un trabajo -de mierda- y porque la empresa hace todo lo posible para no tener que despedirlo, la empresa le dice al trabajador que ambos se deben sacrificar, pero sabemos que el sacrificio es siempre unilateral. En ese marco el trabajador debe tolerar las injusticias más increíbles por la esperanza -a veces lejana- de un sueldo a fin de mes.

Un abuso. Y estos abusos parten de a poco, porque cuando se entra a trabajar las condiciones prometidas son muy distintas a las que se desencadenan después, pero pasan unos meses y ya estamos en el baile.

"La crisis mundia", dirán algunos. Yo digo crisis mundial mis polainas, el que nace chicharra muere cantando, estos abusos no deben ser nuevos, estoy segura. Es la realidad obrera de esta América. Es un asco como se explota a la gente, un verdadero asco.