jueves, 27 de noviembre de 2008

miércoles, 26 de noviembre de 2008

Break

martes, 25 de noviembre de 2008

Que lindo escribe Clara

Glóbulos blancos

Hace meses que veo
un cartel de remate judicial
en el departamento más alto del edificio que ocupa
toda la esquina.
La familia amenazada, aturdida, espantada,
condenada por un error
o por la falta de algo.

Hay zonas en mí
que tendrían que tener un cartel así
con letras un poco más grandes
hay gente que no ve bien.

Un remate judicial de mi parte cansada
de la que repite el mecanismo que traba,
que ahoga, que fabrica deficitarios emocionales.

La neurona asfixiada, la palabra que nombra lo que no estoy pensando
la neurona pasa de uva, el corazón diabético.

Pero no sé quién puede querer lo que no supe cuidar.

Me contaron que tenés una novia,
me lo contaste vos
cuando hablamos por teléfono somos los mejores amigos.

Es imposible ser sano todo el tiempo,
ser colorido, ser buenísimo, ser genial,
ser feliz todo el tiempo, estar comprometido con la vida,
es imposible decir el nombre completo de alguien
cada vez que se lo nombra.


Clara Muschietti

domingo, 23 de noviembre de 2008

Lecturas


Mi vaso de fernet disminuye con idéntica simetría a las intermitencias de mi conexión a Internet: tomo un trago por cada mail que no mando, por cada foto de Catherine Hepburn o de Mia Farrow que no termino de encontrar a través del buscador de imágenes del google. Entonces corrijo poemas, fumo, tomo fernet, ojeo el libro de Paula Oyarzábal. Se va haciendo tarde. Si hay algo que no me gusta es que los autores me regalen sus libros, por más o menos amistad que exista, especialmente por dos motivos: el primero por que a mi, llegado el caso, no me gustaría regalarlos; el segundo se debe a que conozco el esfuerzo de publicar (económico y del otro) y por eso me resulta una cagada que no haya una devolución afectiva/ material, si se quiere, o al revés, también. No diré algo que Paula no sepa, pero sus poemas me recuerdan la brevedad y la contundencia de algunas cosas de Silvina Ocampo. Entre muchos, este es uno de los que mas me ha gustado:



crecí sabiendo que si algo no me gustaba

la puerta estaba abierta

y que podía irme cuando quisiera

nunca estuvo en discusión,

sin embargo, cuando recuerdo

todas las veces que armé la valija

siento escalofríos, como si en el fondo,

despedirse de lo duradero

fuera una imperfección.


viernes, 21 de noviembre de 2008

Frankfurt


La antología en la que participamos con algunos poemas estuvo en Frankfurt. ¡Eso!

jueves, 20 de noviembre de 2008

Solos II


En estos últimos años Tonga chupaba casi una botella de Fernet por día. Dormía muy poco y nunca le noté el pedo, quizá hablaba menos, se envolvía debajo de su piel y pensaba, era como si lo único que le quedara era su pasado y la bebida. Desde que murió abuela, hace ya cuatro años, le cocina mamá. Tonga no tenía amigos, vivía encerrado. Me doy cuenta que hablo de él como si estuviera muerto. Pensar en estas cosas me hace crecer la sed, pero pensar en algo afloja un poco las puntadas, aquieta la respiración, me concentro en una cosa cualquiera y me calmo. Me fijo en donde estoy. El viento trae algo de lluvia y un gato pasa arando delante mío. Siento un dolor poco hegemónico en el pecho.


Extracto de "Solos y de noche"

Me voy enterando

Toda acumulación se paga con miedo

miércoles, 19 de noviembre de 2008

Volvió Avantt


Volvieron los chicos de Avantt, ahora también en papel. Y acá aparecemos nosotros.

sábado, 15 de noviembre de 2008


La correntada de aire me hace tiritar. Me subo el cuello del camperón y me acomodo la bufanda escocesa dentro del pulóver. En lo alto mantengo el fogonazo rabioso de la antorcha, que ilumina los pastizales de la plaza de los rateros: los bancos están destruidos, olor a pis de gato, bandadas de árboles que mueven sus copas bajo un ritmo impreciso. La noche no ilumina nada. En algunas casas, si se fuerza la vista, lo que se percibe es el fulgor de las velas detrás de las persianas. La mayoría duerme. Algunos pocos deambulan con linternas o con antorchas por el barrio, buscándolo al borracho de Tonga. Distraído cruzo la plaza y pateo una latita de coca cola descascarada: como mosquitos se me vienen encima los pedazos de cartones, toneladas finiseculares de basura hueca. Desde la altura de la calle el corte de luz parece total: una oscuridad negrísima burbujea mientras la lata que pateo hace un ruido metálico sobre el césped, una vez, dos veces, hasta que me doy cuenta que me aburro como un perro. No tengo nada en que pensar. En un portón se me da por apretar un timbre y salir corriendo. Cuando llego a la esquina recupero el aire, me agacho, me doblo sobre mi mismo bajo una sed exasperante. Sufro unas puntadas horribles que crecen desde la panza.



Extracto de "Solos y de noche"


martes, 11 de noviembre de 2008

Faith no more - I Started a joke




¿Alguien sabe como se llama el actor que le pone cuerpo a la voz de Mike Patton?

domingo, 9 de noviembre de 2008

Un héroe colectivo





El propio Oesterheld tenía un taller gráfico debajo de la cancha de Huracán. En la superficie bullían las gradas, las tribunas de concreto, los miles de quemeros que los fines de semana alentaban a su equipo, literalmente bajo tierra, Germán ideaba sus personajes. Era un lugar chiquito, sucio, con muebles que parecían caerse a pedazos, aceite y grasa. Una tarde en que entró sin avisar un tipo de jean completamente desconocido, Germán y Atilio se asustaron. El tipo les preguntó que hacían ahí. Historietas, dijo Oesterheld. Ah, murmuró, pegando media vuelta, como si hacer comics en el subsuelo de una cancha de fútbol, al lado de las calderas, fuera la cosa más normal del mundo.



jueves, 6 de noviembre de 2008

Me quiero ir acá





martes, 4 de noviembre de 2008

Tibio tibio


Salgo de casa y la veo a mi vecina, en pantuflas, metiendo algo en una bolsa de consorcio. La saludo y me quedo mirando que es lo que empuja, lo que hace fuerza por meter en la oscuridad. ¿Será el cadáver de su marido? No: es un árbol de Navidad enorme, me dice, que lo quiere tirar desde hace años.