viernes, 30 de mayo de 2008

Arte y pico

Marisa toma la posta de este juego en el cual se deben recomendar siete blogs. Cada uno de los recomendados, a su vez, deben mencionar otros siete para que la rueda continúe girando, siguiendo ciertas pautas que no voy a seguir. Acá van los mios:

1- La campeona de nado
2- Chica ciclista
3- Los estantes vacios
4- Escribe en el aire
5- Corvino
6- Vive en Tijuana
7- Entenderse no es fácil

miércoles, 28 de mayo de 2008

El trencito de la felicidad

Acá se puede firmar el petitorio a favor de la reconstrucción del sistema ferroviario nacional y la anulación del proyecto del "Tren Bala".

martes, 27 de mayo de 2008

Recomiendo

La obra Bengala, los viernes en el IFT. La cosa es así: un boxeador que se va quedando sin cuerda, ex campeón y borracho, en un monologo extraordinario.
El laburo actoral (porque no físico) de Néstor Navarría es sorprendente: si el texto y la puesta proponen una decantación de la identidad con altísimas dosis de belleza (música, iluminación, etc) creo que el mismo espíritu del box (que ya ha generado películas y literatura de altísima calidad) y Navarría le brindan esa cosita épica, ese transpirar palabras en golpes, el impasse lúdico que también funciona como una ventanita a la experiencia. Una hermosura que vale la pena.

domingo, 25 de mayo de 2008

Análisis tardío


Sé bien, sé bien que estoy en el fondo de la fosa;
que todo aquello que toco ya lo he tocado;
que soy prisionero de un interés indecente;
que cada convalecencia es una recaída;
que las aguas están estancadas y todo tiene sabor a viejo;
que también el humorismo forma parte del bloque inamovible;
que no hago otra cosa que reducir lo nuevo a lo antiguo;
que no intento todavía reconocer quién soy;
que he perdido hasta la antigua paciencia de orfebre;
que la vejez hace resaltar por impaciencia sólo las miserias;
que no saldré nunca de aquí por más que sonría;
que doy vueltas de un lado a otro por la tierra como una bestia
[enjaulada;
que de tantas cuerdas que tengo he terminado por tirar de una sola;
que me gusta embarrarme porque el barro es materia pobre
[y por lo tanto pura;
que adoro la luz sólo si no ofrece esperanza.

Pier Paolo Pasolini

viernes, 23 de mayo de 2008

Chevallier


Un texto bastante viejo que acabo de encontrar: creo que por ese entonces, preparaba o repensaba un viaje a Córdoba.


Qué contenta se va a poner al verme, piensa René, mientras clava los ojos en la máquina de café -helado y asqueroso- un par de asientos más adelante. Se pregunta, él que nunca salió de territorio argentino, como será el café en otros países, horrible, se dice, pero por algo la gente, en este micro que va a la ciudad de Córdoba, aprieta el botoncito del agua, que aunque sea pleno invierno y tarde en salir, siempre es más agradable. René escucha el zumbido mecánico del trasto, quiere dormirse pero no puede, se imagina una y otra vez la sorpresa, que más de ella comienza por ser suya, como una mascota chica que empezó a mimar hace ya una o dos semanas, al sacar su pasaje en Retiro. Cierra los ojos pero lo despabila al golpearle el brazo una mujer gorda que viene zarandeándose desde el fondo. Baja la escalera y René ve, entre nieblas, como se acerca al cubículo de los chóferes (De pronto recuerda dos cosas: la primera, una vez cuando era chico, al ver como el chofer uno, el que manejaba, le cedía su lugar al chofer dos, evitando que el otro lo apoyara, aprobando de a poco el control del volante y el acelerador. El chofer número uno, ahora, reconvertido en chofer número dos, pasaba a ocuparse de los mates. La otra es una cosa más bien extraña y morbosa: acaso provenga de un libro o de boca de su abuelo. En fin: la historia de un chofer que debía trasladar un cadáver, en su coche, desde nosequé provincia del interior a la ciudad de La Plata. La cosa es que el eje hidráulico…) y vuelve, bostezando, como queriendo murmurar que frío, pero que frío espantoso hace en este micro. Entonces René mueve los dedos de los pies, a esta altura entumecidos.

Más tarde alguien le toca el hombro, permiso, escucha, muy despacito, y siente la inmovilidad. Es de madrugada y algunos se van apretujando para comprar un sanguche o fumarse un pucho en la parada. Deja pasar y después se pone de pie, pero como voy a dejar de quererte, se imagina diciendo, ella cerca, querer, ese verbo siempre. Bajar las escaleras y las luces, los perros tirados, el olor a tristeza pura de la carretera. Lo primero es ir al baño, donde casi se queda dormido en el inodoro (ya perdió la costumbre heredada de su madre, no sentarse nunca, colocar las manos y sostenerse a pura fuerza de triceps) para luego salir poco menos que corriendo, subirse al micro y, al arrancar, pegar un grito. René se baja como puede y se sube al micro donde lee Córdoba, casi borroneado como la copia de una copia en papel carbónico.

Pasan diagonales, más y más árboles, música en los oídos (ahora Caetano Veloso) indicaciones triangulares en color verde que marcan cuanto resta, la distancia como medida cuantificable y norma. Al entrar a Córdoba recuerda cosas sueltas, un paseo nocturno, las escalinatas de la catedral, el miedo al violador del bosque. El micro da unos giros y se detiene. No es Retiro pero casi. Al ver tanta gente, René piensa que los desconocidos también lastiman. Ya no piensa en nada y se tira en una mesa con el bolso apretado. Llama al mozo. Que sencillo es quedarse, sentir, imaginar. El último sorbo de café es, para René, pura azúcar derretida.

jueves, 22 de mayo de 2008

El remisero llorón

Hace uno o dos sábados me tomé un remis hasta el centro de Ramos. Así conocí al remisero llorón: un gordito treintañero, de barba pelirroja, que iba escuchando la radio de Jesse James. Hablamos dos o tres pavadas: me preguntó para donde salía y un par de cosas sobre un barcito que clausuraron hace poco por San Justo. Promediando el viaje empezó a sonar un temita de la santa Gilda. El gordo subió el volumen y manoteo un pucho. Me acuerdo que por la secundaria tenía una preceptora muy linda con la que bailé un rato con esta canción. El remisero iba tarareando y en un momento me di cuenta, no se bien como, que estaba haciendo fuerza para no largarse a llorar. Antes de bajar me dijo “¿Que querés? Esta canción me hace mierda”.

miércoles, 14 de mayo de 2008

Perro


Las patas musculosas del galgo saboreando la tierra
la vista fija en un señuelo que no comprende
su lengua es un juguete rojo
que sobresale en la cara moteada. Da un giro
sorprendente en el vértice
un pibe, acodado a la baranda, le pregunta a otro
quien va ganando. Toda la asfixia del perro
como si quisiera migrar hacia la noche
saldar en esta tarde todas las hambrunas
mientras busca adelantar al número ocho.
Dale, Dale, Dale
corré puto corré
que nuestras vidas acá se enrriedan
ganes o pierdas
tu cintura es invisible y yo quisiera
al verte, cuanto quisiera
celebrar chamuscado de cansancio
sonso y orejudo
el fracaso de haber vencido a mis oponentes.

martes, 13 de mayo de 2008

De carne y hueso


Pixeloo

viernes, 9 de mayo de 2008

De casorio


Ayer uno de los chicos me mostró esta foto. El tiempo, en estos casos, se mueve superpuesto, a un ritmo de cinco o seis simultaneidades por minuto. Fines de marzo, casa quinta para el lado de José C Paz, enjambres de mosquitos merodeando el cuello. Los cinco, después de transpirar el pedo con el bailongo y el inefable carnaval carioca, haciendo tambalear un tobogán no permitido para mayores de quince. Me acuerdo que esos zapatos y la camisa oscura fueron un préstamo de mi viejo: lo único que tenía- y sigo teniendo- son los leñadores que usaba para la secundaria. Después de eso, algunas imágenes: Paula semidormida en el baño de hombres, mientras su hijito Martín pataleaba sobre la verja de la pileta; dos mozas que, al finale, rejuntaban todos los culitos de las botellas de vino y metían el líquido en una nueva, para después meterle a presión el corcho; la vuelta a casa en el 306, conmigo dormitando, la ventana abierta al tope y la música de Los Ramones a todo-lo-que-da. Nos preguntamos quién será el próximo. Aquellos que no se sacan la corbata después de tres o cuatro horas de casorio, son los que vienen más asentados en el asunto.

martes, 6 de mayo de 2008

Ya empezó!!!!

¡Y vamos a estar ahí!

Toda la info acá

domingo, 4 de mayo de 2008

Revelación

Aparecés así
en el trance de una noche cualquiera
diciendo que extrañabas el pasto
el trepar a los árboles
la humedad de un aliento de perro.

Venís y te adueñás de las cosas
como si tu ausencia no hubiera existido:
retozás en la tierra
en el aire
en el tiempo.

Todo te pertenece
decís
por cortesía de tragedia.

La memoria de los ojos
atraganta el misterio.
Y yo no sé si contarte
que tu muerte es una casa de horneros
sobre el nogal de un campo en venta.

Melina Cavalieri