lunes, 17 de agosto de 2009

Irene Gruss es enorme

y subió con la cartera, con la campera, todo. Se fue sacando y lo puso en una silla. Y lo mejor es que tenía una pastilla en la boca, entonces dijo: "Perdón, pero voy a escupir la pastilla porque no se me entiende un carajo" y la dejó en la mesita. Cuando terminó de leer la agarró y se la metió de nuevo en la boca. ¡Estuvo buenisimo!

5 comentarios:

Shalena Mitcher dijo...

decí que fue genial

pero mirá si ahora se arma una pelea mediática. yo sería como esas vedettitas nuevas que se quieren meter en el mundillo y van a bardear a moria a lo de rial para conseguirlo.

vos serías el rial de la poesía, digamos.

eterno sindrome pre menstrual dijo...

no le importó nada
bien

Martín dijo...

Nada de nada, E.S.P.M!!

Ajá, el post tiene un leve tono amarillista ¿no Male? Por suerte, no creo que Irene ande visitando blogs o auto-gugleandose, nunca se sabe, ojo, be careful. Me acabo de acordar de esa frase de Moria: "Yo fui el primer travesti argentino"... que flash!

piscica dijo...

Irene es hermosa, es toda transparente. También estuve ahí y también la disfruté con su espontaneidad y el caramelo. Fue lo único que me gustó de esa noche.
Si no pudiste ir el viernes a "La manzana en el gusano" te cuento que lo grabé y, si querés, te puedo pasar el audio por mail. No es lo mismo pero bueno... ¡algo es algo!
En fin, que acabo de descubrir tu blog, será cuestión de nadar entre los peces descartables y conocer más.
Un abrazo.

Martín dijo...

Bienvenida Piscica! Me pegó la fiebre asi que no pude ir a escucharla en la manzana. Estaría buenísimo que me lo pases. Ahora mismo paso por tu blog y te escribo. Por lo pronto, volvé cuando quieras, beso.