Soñé que iba a dar clases a un colegio y el director me llevaba del brazo a un aula gigante y muy paqueta. Entrábamos y para alcanzar el escritorio teníamos que subir una escalera hasta un entrepiso: habían exagerado arquitectónicamente y llevado hasta las últimas consecuencias la concepción retro de la superioridad del docente con respecto a los alumnos. Al fin, después de un recodo, llegamos al escritorio. Sentado, fumando un habano y con las piernas cruzadas, estaba Saddam Hussein. Yo dí media vuelta y salí corriendo.
- ¿Qué te pasa? - me preguntó el director
- ¿No te das cuenta boludo que es el carnicero de Bagdad?- le respondí y me escapé del edificio.
- ¿Qué te pasa? - me preguntó el director
- ¿No te das cuenta boludo que es el carnicero de Bagdad?- le respondí y me escapé del edificio.
1 comentario:
Nice! Esos sueños son los mejores! Esos que cuando te despertas pensas "que demonios?!".
Extrañaba pasar por acá!
Ojala andes bien.
Besote!
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