viernes, 12 de diciembre de 2008

Notas del sábado pasado


Viajo en bondi para el centro. Quedé en estar en eso de las seis o siete en Villa Crespo para aprovechar un poco la pileta y dar una manito con el asado. Son las nueve y media pasadas. La puntualidad no es lo mío. Mientras viajo voy imaginando nombres para el proyecto editorial. Saco el cuaderno y anoto: Benji Ediciones; El editor enmascarado; Master of the universe. Miro por la ventana como si buscara inspiración en los negocios y la gente con la que me voy cruzando, como si hubiera una forma de empaparse de todo lo que pasa alrededor y expresarlo en una, dos o tres palabras. Me bajo del bondi y espero otro, a tres cuadras de Puan. Me llega un mensaje al celular: “¿Dónde estás? Afila los colmillos, tengo alguien para presentarte”. Me río. Llego justo cuando van saliendo las primeras tiras y los chinchulines. La chica que me presentan es bajita, muy flaca y rubia. A tono con el verano que se viene, tiene los cachetes rojos y los brazos bronceados. Juega al jockey, me dicen. Comemos. Tomamos (mucho) Un pelilargo que no conozco se pone a tocar canciones de Sui Generis y Sabina en el teclado. Después, ronda de pileta nocturna. Bombas múltiples. A la rubia se la gana el musician. En algún momento de la noche, después de la fiesta a tres cuadras de Corrientes y del federicodealvear con speed, me acuerdo de una frase que leí en el blog de Pedro Mairal: “La poesía no atrae mujeres, solo evita que se vayan”


9 comentarios:

MaríaCv dijo...

¿es que acaso seguiste - durante el asado- imaginando nombres para el proyecto editorial?... Cómo se hace el traspaso, para entrar, así en segundos, del divague y delirios creativos a la vida concreta, a la realidad(?)en este caso el asado, una posible conquista...mmm (la que estoy divagando soy yo jaja) digo: tu texto lo leo como que se 'divide' en dos partes pero el tema principal es tu condición de hombre que escribe y de lo que acarrea nos acarrea eso; dos temas,empieza con la literatura, irrumpe la reunión de amigos, y desde allí, cierra nuevamente con poesía: la cita del blog que daría sentido a lo sucedido.
bue, me disparó todo esto, más bien yo me permití divagar hacer preguntas contestarme también. Quizás le di un tono demasiado existencial, puede ser, pero viste hay días..aunque no puedo dejar de decir que cuando leí el final primero me disparó un jaja. Bueno, basta, me escribí todo. Sepa usted disculpar la extensión del comentario.

perra de agua dijo...

a ver martín, y usted me va a decir que esa frase don mairal no la escribió para atraer mujeres?, vamos :), que todo pueta sabe que el llanto nos puede.

Martín dijo...

Que comentarios jugosos. Veamos.

Perra de agua: en realidad no me la puedo jugar por el sentido que le da Mairal, me parece interesante, mas allá de la nota de color. Lo que si puedo decir que he tenido mejores resultados tirando que juego al basquet que con esto de escribir poesía (o versos malos) Igual, creo que la profesión mas ganadora es la del músico...

Hola Maria, no, los nombres del proyecto editorial se agotaron en el viaje. Pero tampoco pienso tanto en eso, me genera un entusiasmo dificil de manejar. Y el salto o la cabeza siempre en otra parte sencillamente se da. Creo que mi neurosis algo tiene que ver en el asunto ¿no? Y, como verás, no me va demasiado bien con los traspasos. Ey, gracias por semejante coment!! Beso!

perra de agua dijo...

es cierto, el músico tiene todas las de ganar, pero sigo firme en la idea del llanto.

Jáuregui dijo...

JAJAJA esto es grandiosamente triste. Te quiero, loco.

Martín dijo...

jajajaja, vos sos de la prole musiquera, no jodas pianista!!

Corina Margarita dijo...

coincido con perra de agua... los músicos siempre van encabezando y más si son medio llorones, sensibleros y con guitarras

Martín dijo...

Buuuu Corr... pero sé que tenés razón!!

Anónimo dijo...

No es Villa Crespo caracho, es Villa Ortúzar, cuántas veces te lo tengo que decir querido...

Los de Radiohead se están cobrando los discos gratis que nos dejaron bajar de su extraña y marketinera página.

Saludos!
Tomás.