martes, 25 de marzo de 2008

Poema número I


No hay bondi ni milagro alguno
que arribe a esta densidad: la solución
es caminar sobre las huellas de los caballos
nunca la bosta
para aliviar el dolor de los talones;
un cazón llega desde su planicie marítima
puedo imaginarlo
buceando en círculos y arrumado
al color azul de las perlas:
a veces un espejo y el cielo
brindan la misma secuencia.

Y cuando la caña finalmente se agita
han transcurrido un segundo o meses o años
en perfecta y sistemática quietud
es válido preguntarse quién ha llegado acá a morir
como la sombra de un objeto constante
pero el mar
de proporciones colosales
es el verdadero relámpago.

7 comentarios:

irina sufemo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
irina sufemo dijo...

Borre eso, no sabía que se podía y estaba probando...

Decía que al bondi yo le digo "trufi"

Y al resto de tu poema, le llamo "vivir". Creo que en muchas cosas de la vida, la literatura simplemente nos compensa, y nos deja dar odecir lo que creemos es lo que merecemos de la vida.

Ua, q densa.

Martín dijo...

Creo que las pocas veces que pensé en términos de merecimientos, fue por motivos amorosos Irina. Y nada de densa, es más, me hubiese gustado que profundices un poco más en tu idea Irina!

pd: vi el "comentario suprimido" y pensé que alguien me estaba jackeando el blog!! Si yo no soy poli de nadie!

Alejandro dijo...

Qué buen blog!!

y buen poema, por lo demás. Vengo siguiendo sus huellas desde otros lares.

saludos!

Martín dijo...

Me alegro que te gustara clown y sos mas que bienvenido...

mariana suozzo dijo...

lindo poema , martín

saludos

marian.s

toto scurraby dijo...

me ahce acordar cuando iba a cazonear de pequeño

ta bueno