No hay bondi ni milagro alguno
que arribe a esta densidad: la solución
es caminar sobre las huellas de los caballos
nunca la bosta
para aliviar el dolor de los talones;
un cazón llega desde su planicie marítima
puedo imaginarlo
buceando en círculos y arrumado
al color azul de las perlas:
a veces un espejo y el cielo
brindan la misma secuencia.
han transcurrido un segundo o meses o años
en perfecta y sistemática quietud
es válido preguntarse quién ha llegado acá a morir
como la sombra de un objeto constante
pero el mar
de proporciones colosales
es el verdadero relámpago.
7 comentarios:
Borre eso, no sabía que se podía y estaba probando...
Decía que al bondi yo le digo "trufi"
Y al resto de tu poema, le llamo "vivir". Creo que en muchas cosas de la vida, la literatura simplemente nos compensa, y nos deja dar odecir lo que creemos es lo que merecemos de la vida.
Ua, q densa.
Creo que las pocas veces que pensé en términos de merecimientos, fue por motivos amorosos Irina. Y nada de densa, es más, me hubiese gustado que profundices un poco más en tu idea Irina!
pd: vi el "comentario suprimido" y pensé que alguien me estaba jackeando el blog!! Si yo no soy poli de nadie!
Qué buen blog!!
y buen poema, por lo demás. Vengo siguiendo sus huellas desde otros lares.
saludos!
Me alegro que te gustara clown y sos mas que bienvenido...
lindo poema , martín
saludos
marian.s
me ahce acordar cuando iba a cazonear de pequeño
ta bueno
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