Fines de la década del 80, no recuerdo bien si año 87 u 88. Varias de las revistas de aquella época: La trompa de falopo; Un huevo y medio; La mineta; Epitafio y lamás médula, que era la nuestra. De seguro me olvido de alguna otra. Bueno, la cuestión es que teníamos nuestra base de operaciones en la casa de Evaristo Carriego, allí funcionaba la única biblioteca del país específicamente dedicada a la poesía; no sin orgullo debo decir que ésta fue posible gracias a una iniciativa nuestra (cuando digo nuestra me refiero a todas las revistas que mencioné más arriba). La biblioteca fue bautizada “Raúl González Tuñón”. Para la inauguración cortamos la calle y tocaron Baglietto, el Tata Cedrón, que musicalizaba poemas de Vallejo, Gelman y Dylan Thomas, no me pregunten cómo lo hacía, pero les aseguro que es toda una experiencia escucharlo. Me estoy yendo por las ramas (típico de viejo).
Bien, en esa biblioteca se gestó lo que se dio en llamar La Bienvenida del Regreso a Juan Gelman. Después de pelear unas semanas con el secretario de cultura de Alfonsín, conseguimos que nos cedieran el teatro San Martín. Como nos vimos desbordados por la convocatoria, llegaban pibes de todo el país, el PC (algún día habrá que reconocerles que en materia de cultura son unos verdaderos revolucionarios) nos prestó una vieja casona en la calle Guardia Vieja para alojar a la gente que llegaba del interior y que no tenían donde parar. Además (y hablando de guardia vieja) nos facilitó unos cuantos monos bien musculosos para custodia personal de Gelman. Recuerden que por aquellos años el aparato de la SIDE no estaba del todo desmantelado; y a Gelman se la tenían jurada los milicos y, por si fuera poco, también la cúpula de montoneros. Sintetizando, Gelman regresó al país después de muchos años de exilio. El acto resultó todo un éxito, metimos más de 1500 personas. Imagínense 1500 personas escuchando un recital de poesía (surrealismo puro) El mismo Gelman no salía de su asombro. Terminado el recital, Juan había prometido que pasaría por la casona de Guardia Vieja para tener un encuentro personal con los jóvenes. Nosotros teníamos dispuestos dos coches en la puerta del teatro (con toda la monada del PC) para llevarlo directo a la casona. Cuando le dijimos al tipo, nos sacó cagando. Uds están en pedo si se piensan que después de tantos años sin respirar el aire de bs as me van a llevar en coche y encima custodiado por el PC. Pero Juan… Nada, no hubo caso. Y tampoco me hagan seguir por los coches, déjenme caminar solo. Y así fue. Nosotros, cagados hasta las patas, estábamos esperando en la puerta cuando vemos aparecer una sombra que venía caminando con las manos en los bolsillos y silbando un tango. Se quedó como hasta las cuatro de la mañana chupando mate y vino del pico de una damajuana porque no teníamos ni vasos.
Y, lógicamente, se fue caminando solito y medio en pedo.
Néstor Colón
Bien, en esa biblioteca se gestó lo que se dio en llamar La Bienvenida del Regreso a Juan Gelman. Después de pelear unas semanas con el secretario de cultura de Alfonsín, conseguimos que nos cedieran el teatro San Martín. Como nos vimos desbordados por la convocatoria, llegaban pibes de todo el país, el PC (algún día habrá que reconocerles que en materia de cultura son unos verdaderos revolucionarios) nos prestó una vieja casona en la calle Guardia Vieja para alojar a la gente que llegaba del interior y que no tenían donde parar. Además (y hablando de guardia vieja) nos facilitó unos cuantos monos bien musculosos para custodia personal de Gelman. Recuerden que por aquellos años el aparato de la SIDE no estaba del todo desmantelado; y a Gelman se la tenían jurada los milicos y, por si fuera poco, también la cúpula de montoneros. Sintetizando, Gelman regresó al país después de muchos años de exilio. El acto resultó todo un éxito, metimos más de 1500 personas. Imagínense 1500 personas escuchando un recital de poesía (surrealismo puro) El mismo Gelman no salía de su asombro. Terminado el recital, Juan había prometido que pasaría por la casona de Guardia Vieja para tener un encuentro personal con los jóvenes. Nosotros teníamos dispuestos dos coches en la puerta del teatro (con toda la monada del PC) para llevarlo directo a la casona. Cuando le dijimos al tipo, nos sacó cagando. Uds están en pedo si se piensan que después de tantos años sin respirar el aire de bs as me van a llevar en coche y encima custodiado por el PC. Pero Juan… Nada, no hubo caso. Y tampoco me hagan seguir por los coches, déjenme caminar solo. Y así fue. Nosotros, cagados hasta las patas, estábamos esperando en la puerta cuando vemos aparecer una sombra que venía caminando con las manos en los bolsillos y silbando un tango. Se quedó como hasta las cuatro de la mañana chupando mate y vino del pico de una damajuana porque no teníamos ni vasos.
Y, lógicamente, se fue caminando solito y medio en pedo.
Néstor Colón
7 comentarios:
Epa. Estoy sin decir otra cosa. Epa.
Paula! Te das cuenta que maravilla?
Ahora, hay más poemas, volvé y hablame. No sé qué clase de persona soy, qué clase de mujer, qué clase de escritora. No sé tampoco porqué necesito saberlo.
muacs.
Martin: vi que andabas buscando el libro de Mariana.
Perdoná que me meta, pero te quería comentar que ella va a estar en la flía el sábado y ahí le podés comprar su libro si querés.
yo no sé como te enterás de estas cosas Nurit (jaja). Claro, más que seguro ande por la flia. Mejor te respondo en tu espacio...
Muy bueno... un capo.
"Aparte, custodiado por los del PC...". Ja!
Ah bueno... haberme avisado. Lo hubiera maquillado un poco al texto. Espero que no me hagas perder los pocos amigos que me quedan del PC jajaj.
Saludos monster.
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