Aparecés así
en el trance de una noche cualquiera
diciendo que extrañabas el pasto
el trepar a los árboles
la humedad de un aliento de perro.
Venís y te adueñás de las cosas
como si tu ausencia no hubiera existido:
retozás en la tierra
en el aire
en el tiempo.
Todo te pertenece
decís
por cortesía de tragedia.
La memoria de los ojos
atraganta el misterio.
Y yo no sé si contarte
que tu muerte es una casa de horneros
sobre el nogal de un campo en venta.
Melina Cavalieri
1 comentario:
Una lectura complicada...
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