Soñé que me llevaban por los pasillos de un hospital inmenso, todo gris, dos camilleros con bigotes que se reían de cualquier cosa. Cada tanto yo me apretaba el estómago y aullaba, pedía algo para el dolor. Entramos en un ascensor muy angosto, con un espejo chiquito que reflejaba las espaldas de los dos tipos. Me di cuenta que, debajo del delantal blanco, traían puesto una camiseta de Boca. Les pregunté que me iban a hacer. Uno señaló a un loco que se acercaba, me abrió la camisa y con cara de interrumpir a alguien, me dijo que me iban a cortar la panza. “De acá a acá, completita nene”. Quise saber si me iba a doler pero ya sentía el escalpelo en la piel y comencé a descender, muy lentamente, en una oscuridad sin brillos, sin nada, de un dolor que parecía otra cosa.
jueves, 26 de junio de 2008
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5 comentarios:
Esto sí que es muy loko... con la remera de boca? parece una pesadilla..
Salu2
"que parecía otra cosa", es perfecto. vamos con los minimales, la breve chispa que condensa lo que, quién no sueña?
abrazo
A veces está lindo escribir cositas sueltas! Bienvenida Romina!
Yo también soñé y escribí. Es como besar y contar?
Ey, como va Talita? Uff, tiraste una comparación maravillosa, ¿que decirte? Voy a ver que soñaste...
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