Una línea blanca que divide.
Una sola línea que marca el límite
entre el cansancio y la vitalidad.
La cruzás. Y ella te cruza.
Te cruza la nariz y la cabeza.
Y te la divide en dos.
Y una línea más en cuatro.
Y otra más en ocho. Dieciséis.
Treinta y dos. Los pedazos se van cayendo.
Y vos duro
como si nada.
1 comentario:
Líneas cruzadas, blancas como un jardín de nieve. Qué recuerdos, tanto tiempo sin cruzarte línea mía, nuestra... Queridos amigos diría, cuándo, cuándo volver a cruzar la línea, dejarse cruzar por ella ¿ Te acordás hermano? Que tiempos aquellos...
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