jueves, 31 de diciembre de 2009
Al carajo todo
martes, 29 de diciembre de 2009
El puto año termina
Temporada de conejos - Martín Buscaglia
Pesebre - Axel Krygier
domingo, 27 de diciembre de 2009
Uno de Crossover
Algunas cosas se saben y otras
se aprenden con el tiempo;
para el señor Miyagui
ya estaban abiertas las puertas que a mi madre
le brindó un pequeño libro que explicaba
milenarias tendencias orientales
ejercicios de relajación y técnicas
para vivir cien años. Como también
detallísimas instrucciones para hacer
bonsáis:en el jardín de casa
sobre una mesa de madera construida
a desnivel que brilla
ante el reflejo del sol,
les recorta la raíz de alimento
cuando se cumple el quinto mes,
poda con amor y paciencia
sus ramas finas, les da forma
con una pinza de mango celeste
que me recuerda el pico
de un tucán caribeño.
No está encerrando los años sino
las consecuencias de esos años:
las miniaturas
con sus hojas y su pequeño flujo de savia
y su pequeño temblor. Mi madre
representa la figura de un leñador
evolucionado por la dinámica
del capitalismo occidental. Me pregunto
que fijación tienen los orientales
por las cosas pequeñas: ¿será
la falta de espacio
una esencial preocupación por el detalle
o quizá el devenir materialista
de sus pijas cortas?
Pasa un año, pasan dos,
pasan cinco años: mi madre
envejece; encontré hace poco
en un monedero un dibujo
de una cara feliz que yo había hecho
a los cinco o seis. Es natural:
mi madre envejece;
pero quizá para sentirse viva
se somete al embrujo
de indistintos hobbies: tarjetas
macramé, tejidos
adornos en arcilla, bonsáis. Con mi madre
jamás pude
torcer sus raíces
equilibrar con armonía los años
y sus efectos.
sábado, 26 de diciembre de 2009
miércoles, 23 de diciembre de 2009
¡Échale semilla!
Esto es así: después de seis horas de pelotudeo y nauseas (ojo, de diez menos veinte a cuatro de la tarde) entras, das tu tema y te sometes a ese tipo de preguntas que dan ganas de mandar a la mierda la carrera, onda: “¿En que año Rubén Darío publicó Azul? No, no, el año exacto, no me digas finales del siglo XIX, fue en 1897, ese año es fundamental por que muere su mujer y Darío viaja a Buenos Aires y se hace corresponsal de La Nación”. Digo nomás ¿¡Por que no se van un poquito al carajo!? En fin, la cosa es que rendís el último final del año, te sacás una mochila pesadísima de encima y pinta auto-regalo: cerveza fría y Tokio Blues de Murakami. Al rato estás viajando apestado de calor, a pleno con el i-pod y moviendo la patita con la música del gran Axel K:
domingo, 20 de diciembre de 2009
martes, 15 de diciembre de 2009
Man

Se me pone la piel de gallo. A los 43 pirulos el Loco Montenegro se calza la pilcha de Obras Sanitarias para jugar la Liga de las Américas.
jueves, 10 de diciembre de 2009
La que queda
Lanzar un hiper-bolazo
que se trague al presente
dejando un hueco
zona franca
para movilizarse hacia lo inútil
para desconocerse
parking line
a ninguna parte.
miércoles, 9 de diciembre de 2009
Tv por la tarde

Agarro el final de un especial sobre Johann Cruyff: flaco, elegante, una bestia futbolera. Hay una jugada fenomenal en que un tal Van Hanegem le tira un pelotazo frontal y Johann ya sabe lo que va a hacer apenas empalme la pelota con el botín. La ve venir desde lo alto, la cancha llena, sesenta mil alemanes de mierda colmando el estadio de Munich. El otro día me enteré que los alemanes tienen una sola palabra para referir amigo-novia-amante-hermano-querido-chongo y dieciocho formas distintas de decir borracho. Supongo que eso dice bastante de la idiosincrasia germana. En fin, el asunto es que Johann, con una caricia, todo hecho como si tres o cuatro cosas pudieran ocurrir de manera simultánea, duerme la número cinco y al mismo tiempo la arroja dos o tres metros en diagonal. Ahí arranca. El lateral alemán soñará por siempre con el catorce estampado en aquella camiseta naranja. Cuando alcanza el vértice del área grande, con una precisión formidable, cuelga la pelota del ángulo izquierdo del arco defendido por Maier.
lunes, 7 de diciembre de 2009
miércoles, 2 de diciembre de 2009
martes, 1 de diciembre de 2009
El señor de las liebres voladoras
Hace un tiempo me invitaron a participar de una revista literaria. “Podes escribir sobre cualquier cosa” me dijeron. A la pole llegaron tres autores: Cesar Aira, Claudia Masín, Fabián Casas. De Aira me interesaba tanto su ambigüedad imaginativa como su misterio: no da entrevistas, produce a un ritmo infernal, nunca se sabe bien donde está, que hace, como piensa. El sábado apareció, en ADN cultura, una entrevista genial al autor de La liebre. Quiero resaltar dos momentos:
“Creo que la narrativa, en la Argentina por lo menos, ha caído en un realismo un poco chato, casi costumbrista, costumbrista tecno, pero costumbrista al fin. Hay una chatura tal (y me sucede con muchos jóvenes que se reclaman de mi influencia, de mí como modelo) que, cuando leo lo que escriben, me sorprendo. Ha quedado muy relegada la invención. Hay como más voluntad de testimonio, de estas vidas maravillosas que estamos llevando. Creo que la historia les ha jugado una mala pasada a los novelistas, y es que les ha solucionado muchos problemas. Y una novela sin conflicto… Estos jóvenes de clase media, que son los que escriben, los que van a la Facultad de Letras, hoy día ya no tienen ningún problema, la historia se encargó de solucionarles todo. El problema sexual, por ejemplo: hoy los jóvenes no tienen los problemas que teníamos nosotros. Entonces se inventan. O recurren a la neurosis. A la hipocondría. Y toda esa miseria psicológica a mí me cansa. Yo quedé como enganchado a las novelas de piratas: salgamos al mar a hacer algo, a tener aventuras. Este realismo de barrio elegante, Palermo Soho, no me convence”.
“Cuando mis hijos eran chicos, vivíamos en un departamento muy pequeño, y me acostumbré a ir a un café, sentarme y escribir ahí. Buenos Aires es una ciudad, bendita sea, que tiene muchos cafés muy acogedores donde uno puede quedarse tranquilamente. En mi caso, nunca mucho. Media hora, una hora, en que me siento, a mitad de la mañana. Mis hijos crecieron, se fueron a vivir solos, pero la costumbre mía quedó. Así que todas las mañanas, a media mañana, me voy a un café y hago mi sesión del día: escribir una paginita, porque voy escribiendo muy despacito. A veces he pensado si lo mío no se parece más al dibujo que a la escritura, en el sentido de que soy muy fetichista de lapiceras, tintas, papeles buenos, cuadernos muy exquisitos, y escribo tan despacito y pensándolo tanto. Todo lo mío tiene un componente visual muy grande. Siempre estoy pensando que se vea bien lo que estoy escribiendo, al final de cuentas me parece que estoy haciendo un dibujo cada día”
La interviuw completa, acá
viernes, 27 de noviembre de 2009
sábado, 21 de noviembre de 2009
Pero los bateristas
también quedan sordos,
como los artilleros. Quedan
sordos, además de adelgazar
por atender al silencio.
Y no terminan de saber
si oyen el silencio entre las cosas
o no escuchan nada
porque están sordos, y al oír el suyo propio
creen percibir al que se esconde en cada secuencia
irregular de sonidos. Toman su tiempo
por el tiempo de todos
hasta que su música termina
y nadie pregunta qué hora es.
Horacio Fiebelkorn
jueves, 19 de noviembre de 2009
Días en que escribo bastante
Su abuela no paraba de contar lo bien que le hacía el aire de las Sierras, hasta llegó a decir que la rejuvenecía y Hernán supo que lo decía en serio. Por lo demás, solo emitía comentarios para que ella se quedara contenta, para que siguiera hablando al tuntún. Estaban saliendo de Buenos Aires rumbo a San Agustín, los primeros días de marzo: Hernán, con catorce años, acompañaba a su abuela en las primeras vacaciones después de la muerte de Félix. Mirtha, la madre de Hernán, se les uniría unos días después. Las precauciones y los consejos habían sido muchos y repetidos: que no la deje tomar, que se cuide, cuidado en la ruta, que la abuela no ande sola por ahí. Pero la abuela, con la salvedad del alcohol, había recibido idénticos consejos en relación a la seguridad de Hernán. La noche estaba bastante fresca y para colmo habían prendido el aire. Hernán le dijo a su abuela Pitu que estaba cansado, entonces se colgó el mp3 y se puso a mirar por la ventanilla. Al rato se quedó dormido. Lo despertó la voz de su abuela:
– Para mi el ocio no es revolucionario, querida Julia…
martes, 17 de noviembre de 2009
No conozco a nadie
lunes, 16 de noviembre de 2009
Nuestra morfinómaca preferida
domingo, 15 de noviembre de 2009
martes, 10 de noviembre de 2009
Haiku boiled
en una bodega de Caballito.
Decime: ¿no te rockea
que este cielito hermoso
se caiga a pedazos?
lunes, 9 de noviembre de 2009
El cancionero pop para días bajón

Completamente coaptado por la dinámica sentimental, voy hasta el fondo con las 69 canciones de amor de los Magnetic Fields. ¡Qué manera de largar la semana!
sábado, 7 de noviembre de 2009
Demasiadas verdades juntas
Cuando el amor no entra- Gabo Ferro:
Cuando el amor no entra, no empujes que no va a entrar
Porque cuando el amor no entra, es simple, no puede entrar
No va a entrar con la risa, ni con el llanto ni con la pena
El amor más bien germina si la tierra está serena
Cuando el amor no entra, no empujes que no va a entrar
Porque cuando el amor no entra, es simple, no puede entrar
No va a entrar con una canción, ni con el humo ni con el vino
El amor te toma sobrio y te devuelve aturdido
Porque cuando el amor no entra, no empujes que no va a entrar
Porque cuando el amor no entra, es simple, no puede entrar
No sirve salmo ni rezo ni santo ni procesión
El amor más bien se espanta si hay dogma o hay religión
Porque cuando el amor no entra, no empujes que no va a entrar
Porque cuando el amor no entra, es simple, no puede entrar.
jueves, 5 de noviembre de 2009
miércoles, 4 de noviembre de 2009
martes, 3 de noviembre de 2009
lunes, 2 de noviembre de 2009
El evangelio beat según Kerouac
2. Sométete a todo, abierto, escuchando.
3. Intenta no emborracharte fuera de casa.
4. Enamórate de tu propia vida.
5. Lo que sientas encontrará su propia forma.
6. Sé el santo ingenuo de tu imaginación.
7. Sopla tan profundo como quieras soplar.
8. Escribe lo que creas insondable, desde lo hondo de tu imaginación.
9. Las inexpresables visiones del individuo.
10. No le des más tiempo a la poesía del que precisa con exactitud.
11. Cosquillas visionarias temblando en tu pecho.
12. Sueña en trance permanente los objetos que están delante de ti.
13. Deshazte de tus inhibiciones literarias, gramaticales y sintácticas.
14. Como Proust, sé un viejo fumado del tiempo.
15. Di la verdadera historia del mundo en un monólogo interior.
16. La joya central del interés es un ojo dentro del ojo.
17. Escribe para recuerdo y asombro de ti mismo.
18. Sé conciso en una mirada aguzada, nadando el mar del lenguaje.
19. Acepta para siempre el fracaso.
20. Cree en el sagrado contorno de la vida.
21. Esfuérzate en describir el fluido que ya existe en tu mente.
22. Si te detienes, no pienses en la palabra más que para ver mejor la imagen.
23. Síguele el rastro a cada día, en el bálsamo de las mañanas.
24. No temas o te avergüences del conocimiento, el lenguaje o la dignidad de tu experiencia.
25. Escribe para que el mundo vea la exacta imagen que tienes de él.
26. Un libro-película es una película en palabras, la forma visual americana.
27. Alaba el carácter del parpadeo de la inhumana soledad.
28. Composición salvaje, pura, indisciplinada, venida de dentro, alocada si es posible.
29. Eres un genio siempre.
30. Director-escritor de películas terrenales, auspiciadas y protegidas por el Cielo.
domingo, 1 de noviembre de 2009
viernes, 30 de octubre de 2009
Un adelanto de la nota que estoy escribiendo sobre Fabián Casas
jueves, 29 de octubre de 2009
Quiero que me devuelvan mi transpiración
domingo, 25 de octubre de 2009
Luján
Cada tanto es bueno romper la rutina sentimental, sorprenderse y hacer trasbordo ferroviario hacia Luján. Así, la previa es un compendio de buenas intenciones: pasear por una geografía que apenas recordás borrosamente, sacar fotos, caminar escuchando canciones que coinciden con tu estado de ánimo. Después, si, para cerrar un gran sábado, elegir un bar irlandés, punto neurálgico de la movida lujanera, e ir tomando, una tras otro, porrones y porrones de cerveza hasta las cuatro de la matina. El regreso, de más decirlo, se hace complicado.


viernes, 23 de octubre de 2009
Pogo
Sentados los cuatro, frente a platos calientes,
necesitamos avanzar. ¿Es esto
lo que quería decir?
El balcón, a tus espaldas
da sobre un corazón de manzana
donde la luna ilumina techos y cables.
Sacudida por el viento,
la ropa colgada produce aplausos secos
para nadie.
¡Los pensamientos brotan de mi cabeza
como el sudor!
Bajo el cálido cono de luz,
el brillo de los cubiertos
y el tintinear de vasos y botellas
cometimos la estupidez
de recurrir al mito para ordenar el mundo.
"Lo único que podemos hacer
-dice él- es superar a nuestros padres".
Y yo digo "Sí, sí" y mastico
un pedazo de carne seca.
Nos ponemos tensos. ¿Y ella?
Devorada por el perro de la maternidad
ya no puede articular palabra.
Deberíamos irnos, pero no podemos.
Pienso en la rutina de los parques,
los besos, los paseos al aire libre,
la oscuridad del cuarto
en el que mis viejos se convirtieron en hermanos.
Los días se apilaron entre algodones
como pastillas en un frasco.
¿Nos van a venir a visitar más seguido?
¿La pasaron bien? ¿No te molestó
que te dijera esas cosas?
"No", digo. El violín finísimo
de un mosquito orbita mi cabeza.
¿Cómo pudo escapar del invierno?
¿Cómo podremos alguna vez
escapar de este cuadro?
Distribuimos nuestro tiempo
entre el miedo a la muerte y el miedo
a los demás; la gramática
incomprensible de una reunión de amigos.
Pongámonos los sacos,
saludémonos, deseémonos suerte
y salgamos a la calle
bajo el abrigo confortable de la psicología.
Fabián Casas
miércoles, 21 de octubre de 2009
domingo, 18 de octubre de 2009
Canto de murga futbolera
Se chupa la bombilla
Se chupa una naranja
Y se chupa un helado
Los bebés se chupan el dedo
Y los periodistas se chupan
Sus malos deseos.
Que chupen y que chupen.
Por aguafiestas.
Que chupen los agoreros
Que chupe la chusma
Y no deje de chupar.
Que chupen concentrados,
Que chupen monopólicos,
Que chupen y hagan señas
En el Campo y en el Senado,
Y que sigan diciendo que
Argentina sin chances
No se va a clasificar.
Lo decían las encuestas
Lo decían los expertos
Que no podía ganar.
Lo decían los que niegan
A Dios y los que niegan
Al diablo.
Y los que niegan
El “si” porque sufren
De negación convulsa.
Y de rechazo popular cósmico.
Y de malos deseos de época.
Argentina iba al fracaso
Su derrota estaba puesta.
Maradona no la emboca:
El equipo va al ocaso
Bilardo ya no aguanta
Los jugadores ricos
No sienten la camiseta.
Argentina no entra.
Lo decían
Y lo deseaban sin darse cuenta
o con el augurio pensado.
Chupan y chupan y no dejan de chupar.
Se chupa una mandarina,
Se chupa un tetra brik,
Se chupa el Centenario.
Que las damas perdonen
“Chupar” es el verbo iluminado.
Orlando Barone
sábado, 17 de octubre de 2009
Matices naturales
jueves, 15 de octubre de 2009
miércoles, 14 de octubre de 2009
¿Homenaje a...?

En realidad no quiero hablar expresamente del cine de Almodóvar ni de la performance de Penélope Cruz, mucho menos discutir si Pedrito es mejor guionista que director. El domingo, antes de entrar al cinema, me quedé mirando el afiche de Los abrazos rotos con la sensación de que había un estatuto de clásico irradiando desde la imagen noir de Penélope. Es mas, quizá fue eso mismo (¿un eco?) lo que nos decidió por Los abrazos rotos en lugar de El secreto de tus ojos o, en menor medida, Bastardos sin gloria, del enorme Quentin. Lo que quiero decir: habría que estudiar la iconografía de los afiches de Almodóvar, a qué remiten, a quién homenajea, con qué inter-texto están jugando. Porque, sin dudas, alguien hace demasiado bien su trabajo.
martes, 13 de octubre de 2009
La vanguardia futbolera

viernes, 9 de octubre de 2009
Tomándole el pulso a las cosas
lunes, 28 de septiembre de 2009
viernes, 25 de septiembre de 2009
Me lo apropio
tu cara reflejada en el vidrio
y una foto donde aparece una amiga tuya
¿habrán venido muchos más como nosotros
a enterrar el pasado en esta galería?
en mi habitación, entre las paredes
rebotan como pelotas unos verbos que no sé cuándo aprendí
la parábola del miedo empieza a curvarse hacia abajo
si voy a alucinar esta noche va a ser para que traigas
una toalla fría, té caliente, una medalla con tu nombre
Alfredo Jaramillo
domingo, 20 de septiembre de 2009
Cabrera y el tiempo
La casa de al lado:
No hay tiempo no hay hora no hay reloj
no hay antes ni luego ni tal vez
no hay lejos ni viejos ni jamás
en esta olvidada invalidez.
Si todos se ponen a pensar
la vida es mas larga cada vez
te apuesto mi vida una vez mas
aquí no hay durante ni después.
Dejá no me lo repitas más
nosotros y ellos vos y yo
que nadie se ponga en mi lugar
que nadie me mida el corazón.
La calle se empieza a incomodar
el baile del año terminó
los carros se encargan de cargar
los restos del roto corazón.
Acá en esta cuadra viven mil
clavamos el tiempo en un cartel
somos como brujos del reloj
ninguno parece envejecer.
Mi abuelo me dijo la otra vez
me dijo mi abuelo que tal vez
su abuelo le sepa responder
si el tiempo es más largo cada vez.
Discrepo con aquellos que creen
que hay una sola eternidad
descrean de toda soledad
se engaña quién crea la verdad.
Acá no hay tango
no hay tongo ni engaño
aqui no hay daño
que dure cien años
por fin buen tiempo
aunque no hay un mango
estoy llorando
estoy me acostumbrando;
Se pasa el año
se pasa volando
ya no hay mas nadie
que pueda alcanzarlo
y yo mirando
sentado en el campo
como se pasa
el año volando.
No pasa el tiempo
no pasan los años
invento cosas
con cosas de antaño
a nadie espera
la casa de al lado
se va acordando
se acuerda soñando.
Por eso te pido una vez más
tomátelo con tranquilidad
puede ser ayer, nunca o después
pero tu amor dame alguna vez.
viernes, 18 de septiembre de 2009
El bulldog
que contaba de un bulldog endiablado.
Sus dueños no podían dominarlo,
el adiestrador les dijo
que era un perro de pelea
un animal de choque.
Estaba hecho así. Cuanto más
lo toreaban más furioso
se iba a poner:
había que controlarlo sin pegarle,
sin mostrarle la fuerza
porque eso lo excitaba mas.
De a poquito nos vamos acercando...
jueves, 17 de septiembre de 2009
No estás descargando comunismo
Si, desconfío de las grandes listas, los mejores 100 discos de la historia, todo, pero el aburrimiento es una maquinaria letal y si no fuera por la music seríamos un poquito (mucho) más infelices. Boludeando por la web encontré esto: alguien se tomó el enorme laburo de colgar los links de los 1000 discos que hay que bajar antes de morir. Cosas más inútiles se han hecho.
lunes, 14 de septiembre de 2009
Sobre la ley de comunicación audiovisual
después
un personaje que no me termina de cerrar, pero opino igual en todo.
sábado, 12 de septiembre de 2009
viernes, 11 de septiembre de 2009
La escena es mortal
miércoles, 9 de septiembre de 2009
Hay equipo!
martes, 8 de septiembre de 2009
Dublin
1.
lo único que hay
entre nosotros y el cielo son de las grúas
sus escaleras y picos
esta no es mas la tierra en que caballos
se amansaban con arpa, pueblos donde se juntaban
a ver el viento alisar iglesias
el polvo nunca antes perteneció tanto al polvo
parado en la cocina y como los monjes
que querían copiar con perfección las letras perfectas
de un libro perfecto, en silencio
preparo tu te,
tuesto tu pan
como los monjes que creyeron en un dios severo
no me quiebro, firme devoto,
conservo los recuerdos falsos de los días felices.
2.
Anhelo en mi jardín alquilado
plantar verduras, excusa
para revolver la tierra, ponerla de a pedazos
cara a cara con la luz intermitente de la isla
donde nunca vi gallinas.
descorazonado hundo el primer palo,
digo descorazonado en lugar de
el que esta parado con el silencio que viene
de un vacío mas bien grande.
hay dos sillas rotas y un televisor
del tamaño de una heladera,
los tres conmigo completan la escena
en que se puede oler el pasto verde, verde, verde
donde desclasado canciono
escarbando como un gallo.
3.
Azotaba la costa viento y piedra
cuando tirado por una soga en el sueño
baje al mar a buscar el bote de mi padre
y de mi madre el olor en botellas que dicen: "colonia".
la historia privada de padre y madre
no va a secarse al sol y la verdad es que
por esta ventana lo que se ve es este árbol
y las obras detenidas, canteros
frente a los que hice promesas
y frente a los que ahora paso
jugando con las llaves,
mirando el piso.
Azotaba la costa
viento y piedra.
Martín Armada
sábado, 5 de septiembre de 2009
Uno de los grandes consejos que un padre puede darle a su hijo
El abuelo Simpson a Homero, en Tiempo y castigo.
viernes, 4 de septiembre de 2009
sábado, 29 de agosto de 2009
Certamen
viernes, 28 de agosto de 2009
Vuelven!!
Irene Gruss - Florencia Minici - María Cecilia Perna
En el Centro Cultural Abasto
(Gallo esquina Humahuaca)
jueves, 27 de agosto de 2009
lunes, 24 de agosto de 2009
The Stones in the 60's were bloody dangerous

sábado, 22 de agosto de 2009
jueves, 20 de agosto de 2009
Osos polares
lunes, 17 de agosto de 2009
Irene Gruss es enorme
sábado, 15 de agosto de 2009
miércoles, 12 de agosto de 2009
Algo que voy escribiendo...
De espaldas a la carpa Rene estaba sentada sobre una colchoneta azul que olía a transpiración.
- ¿Qué haces?- preguntó Mike, mientras se lavaba la cara en el agua de los piletones.
Rene giró sobre si y se colgó de la pierna de Mike. Cuando este cayó, le levantó la remera oscura (con un emblema de los Stoogies en dorado y blanco) y le besó la panza una, dos, tres veces. Eran dos putitos mirando un río barroso y denso, abrazados. A lo lejos, en el medio del Delta, un chabón pasó remando con fuerza. Se preguntaron donde iría. Un momento después Rene se levantaba para cambiar la yerba del mate.
- Te quiero- le dijo a Mike, mientras juntaba un palito del suelo y lo raspaba con los labios.
martes, 11 de agosto de 2009
Caja nacional de ahorro postal
Una vez, cuando era muy pequeño, había conseguido una moneda de diez centavos y tenía muchos deseos de dársela a una vieja mendiga que solía apostarse entre las dos plazas. Ahora bien, me parecía una cantidad inmensa de dinero, una suma que probablemente ningún mendigo había recibido jamás, y por tanto me avergonzaba hacer algo tan extravagante ante la mendiga. Pero de todos tenía que darle el dinero; cambié la moneda, le di un centavo a la vieja, luego di la vuelta entera a la manzana de la Municipalidad y de la arcada, volví a aparecer como un nuevo benefactor por la izquierda, volví a darle un centavo a la mendiga, me eché nuevamente a correr y repetí dichoso diez veces la maniobra. (O tal vez menos, porque creo que en cierto momento la mendiga perdió la paciencia y desapareció.) De todos modos, al final me sentía tan agotado, también moralmente, que me fui corriendo a mi casa y lloré hasta que mi madre me repuso los diez centavos.
Ya ves, tengo mala suerte con los mendigos, no obstante me declaro capaz de entregar toda mi fortuna presente y futura, cambiada en los billetes de menos valor, a una mendiga junto a la Ópera, siempre bajo la condición de que tú estes a mi lado y que yo pueda sentir tu proximidad.
Franz Kafka
viernes, 7 de agosto de 2009
Prendete fuego
jueves, 6 de agosto de 2009
miércoles, 5 de agosto de 2009
martes, 4 de agosto de 2009
Uno de Florencia Minici
un fuego
muy inteligente
a martillar mi cabeza?, como si vos
sacaras una foto, y no; abajo
me confundo,
no es que alguien
dispare desde el cielo o escupa:
no es la lluvia, no la de enero; no es un misil
este mensaje; el arcoíris
con colores equivocados; no sé
si sos vos o el avión
que se pincha y cae;
el relámpago
casi me alcanza, distingo
unas manchas como de ojos,
o bien podrían ser bocas
de un bicho, qué inteligente,
ni chico ni chica; algo
cae del cielo y no sé qué es
y no es justo ni bello.
Acá tenés más...
lunes, 3 de agosto de 2009
sábado, 1 de agosto de 2009
jueves, 30 de julio de 2009
Si vos tenés un papel de cocaína no podés graduarlo, te lo tenés que tomar hasta el final.
miércoles, 29 de julio de 2009
Coming attractions
Entonces Julián vio a la Negra. Desde la vereda venía con Camila y Esteban, acarreando un cajón de cervezas.
Más tarde esa noche la Negra lo llamó a un costado.
– Quiero hablar con vos – le dijo
Hacia calor en el parque y se escuchaba el croar esponjoso de los sapos.
– ¿Me podés explicar si vos sos boludo o qué?
– ¿Eh?
Julián se había atragantado con la pregunta.
– ¿Sos boludo o no? – repitió.
El cagón no sabía que pensar.
– Vení – le dijo finalmente la Negra.
Dieron la vuelta a la casa y se besaron. La Negra tenía la lengua rasposa e iba llevando las manos de Julián en la dirección en que quería que le acariciara el cuerpo. Al cagón no le importó mucho, ni siquiera se percató de su inocencia: estallaba de felicidad. A los diecisiete años era el primer beso que daba en su vida.
martes, 28 de julio de 2009
Digo nomás
sábado, 25 de julio de 2009
Me importa nada que sea para chicos
Tengo acá al lado el papelito de una obra llamada Frin, basada en una novela de Luis Maria Pescetti, que me llevé el finde pasado de la entrada del teatro Vera Vera. Tiene unos dibujos muy piolas y tres versos que me mataron. Dice así:
Hay corazones diminutos
que llevan cargas enormes
como las hormigas